Los escándalos de los últimos meses le pasaron factura a Perú Posible. La tercera fuerza política del Congreso se partió una vez más y su número de integrantes se redujo a menos de la mitad de los que ingresaron el 2011. Ahora con tan solo 10 parlamentarios han dejado dividida a la representación nacional entre el nacionalismo, el fujimorismo y seis bancadas igual de pequeñas. El expresidente Alejandro Toledo tomó decisiones poco hábiles que hicieron que terminen de estallar los celos internos.
Al atardecer del viernes 12 de julio, el expresidente Alejandro Toledo le dijo al congresista José León “tú vas a ser mi vocero” frente a la mayoría de los miembros de la bancada de Perú Posible. El ahora renunciante Norman Lewis entendió que esta decisión era el fin de lo que él consideraba una serie de medidas impuestas que afectaban la democracia interna y la alternancia de cargos en la bancada. Si se llevaba a cabo una elección interna del nuevo vocero para el periodo 2013-2014, iba a ser solo para formalizar la orden de Toledo.
Lewis, sin embargo, había entendido equivocadamente el anuncio. En esa reunión, en el Hotel Country Club de San Isidro, Toledo le explicó a su bancada los detalles de las operaciones inmobiliarias a nombre de su suegra Eva Fernenbug y la defensa legal que iba a exponer ante la fiscal Elizabeth Parco y la procuradora Julia Príncipe el lunes 15. Para eso, asistieron los ahora renunciantes Marco Tulio Falconí, Wuilian Monterola y Mariano Portugal, junto a Fernando Andrade, Juan Castagnino, Víctor Crisólogo, Rennán Espinoza, José León y Tito Valle. Cecilia Tait no fue en protesta por lo que ella consideraba el abandono por parte de su bancada y por la imposición de Pilar Freitas como candidata a la Defensoría del Pueblo.
Los abogados de Toledo, Javier Valle Riestra y Luciano López, le habían dicho que en el campo judicial no tenía de qué preocuparse, pues no se había cometido delito alguno. Su flanco débil era el terreno político. Le recomendaron que tenga un vocero para que el discurso sea más ordenado, y no caiga en el caos de los últimos días. Para eso, Toledo decidió nombrar a tres personas con autoridad para defenderlo: Luis Thais, como secretario general del partido, Mariano Portugal, como vocero de la bancada, y José León, porque en la práctica había sido uno de los que mejor lo había defendido, y le tenía mucha confianza.
Entonces, la designación de León no fue como vocero de la bancada, sino para responder por el escándalo de los inmuebles comprados a nombre de Eva Fernenbug. Lewis había sobredimensionado las cosas porque tenía sangre en el ojo. Él recuerda que en la elección interna del año pasado había sido elegido para asumir la presidencia de la Comisión de Economía y Wuilian Monterola, para la Agraria. Pero tuvieron que declinar, pues Toledo les había dicho que tenía compromisos pendientes con Fernando Andrade y Juan Castagnino. Entonces, estos asumieron y empezaron los problemas.
LA PELEA POR EL CARGO
Esta vez la ruptura de Perú Posible tiene que ver con una larga disputa por liderazgos y cargos al interior de la bancada. Lewis, Monterola, Portugal y Falconí han trabajado juntos al interior de Perú Posible. Era un grupo cohesionado de líderes regionales independientes que querían destacar. El año pasado, Portugal había conseguido imponerse en la elección de la vocería y Falconí en la vicepresidencia sobre los candidatos de Toledo que eran José León y Carmen Omonte, respectivamente.
Según fuentes de Perú Posible y de Acción Popular, este grupo de congresistas provincianos propició que se rompa la alianza entre los dos partidos en julio del año pasado, poco antes de hacer la repartición de comisiones. En ese momento, AP tenía dos corrientes contrarias: una quería permanecer en la alianza con PP y la otra quería romper. Aprovechando la coyuntura, Lewis, Falconí y Monterola dijeron que los congresistas de AP eran desleales y que había que separarlos por las inconductas de varios de ellos, especialmente de Yonhy Lescano. Incluso sembraron información falsa sobre críticas que supuestamente el exvicepresidente del Congreso, Manuel Merino de Lama, había hecho sobre los líderes de PP.
Los congresistas de AP se enteraron de la ruptura de la alianza por radio. Según las mismas fuentes, los cuatro congresistas ahora de Unión Regional consideraban que era poco probable superar la notoriedad en medios de Lescano y Víctor Andrés García Belaunde. El camino más fácil era sacarlos de la bancada para que ellos puedan asumir cargos.
“Lewis no se sentía cómodo para presidir las comisiones de Educación ni Agraria y le preguntó a Toledo ‘¿cuál es tu ofrecimiento?’. Las únicas alternativas que quedaban eran la vocería y la vicepresidencia de la Mesa Directiva”.
Cuando Lewis y Monterola declinaron la presidencia de las comisiones de Economía y Agraria, lo hicieron con la condición de tener oportunidades este año. Según Lewis, él estaba interesado en la presidencia de la Comisión de Economía. Pero Toledo había decidido canjear Economía por Fiscalización, pues consideraba que así podía controlar el circo que se iba a generar en relación a las investigaciones por la compra de los polémicos inmuebles a nombre de su suegra Eva Fernenbug.
Como Lewis no se sentía cómodo para presidir las comisiones de Educación ni Agraria, le preguntó a Toledo “¿cuál es tu ofrecimiento?”. Las únicas alternativas que quedaban eran la vocería y la vicepresidencia de la Mesa Directiva. Pero Toledo no pensaba en él para esos cargos, sino en repetir su propuesta de León y Omonte. Es por eso que los cuatro no participaron en las elecciones para vocero y vicepresidente.
Extraoficialmente, se sabe que Lewis estaba interesado en la vicepresidencia y Monterola en la vocería. Para Lewis no es una cuestión de ambición de poder, sino de llenar sus aspiraciones y que se cumpla la rotación de cargos dentro de la bancada.
Pero esto fue solo el detonante de lo que ya se venía planeando meses atrás. Antes del escándalo de Toledo, Yehude Simon había conversado con Portugal para formar una alianza entre algunos congresistas regionales para poner sus propios temas en agenda, y Enrique Wong había hecho lo mismo con los otros disidentes. Pero las conversaciones se alargaron porque los chakanos tuvieron que defender a su líder de las imputaciones que se le hacían.
Casi un mes atrás, en un viaje a Estados Unidos, Falconí le propuso a Humberto Lay que se una a su bancada. Hasta ese momento, Lay no había dado muestra alguna de querer dejar la bancada de APGC. Pero la intención de reforzar la presencia de su partido Restauración Nacional hizo que incline la balanza por irse a la nueva agrupación.
Hace dos semanas, los cuatro disidentes de PP se acercaron a Solidaridad Nacional y les ofrecieron unirse con la condición de que les cedieran el cupo de la vicepresidencia en la lista de la nueva Mesa Directiva del Congreso. Los solidarios no aceptaron, pues iban a enfrentarse con sus propios líderes.
Para incrementar las rencillas, se sabía que Portugal sentía celos de los viejos líderes chakanos. Pese a ser el vocero de la bancada, Portugal no tenía espacio en los medios, donde preferían a León y Daniel Mora.
Pero los rumores sobre la posible ruptura de la bancada ya habían llegado a oídos de los peruposibilistas hace dos meses. Las pugnas internas y el desgaste generado por defender a Toledo habían pasado factura. Por eso, a inicios de mes, León pidió que todos los congresistas de la bancada renueven su fidelidad al partido en una conferencia por Skype con Toledo. Y lo hicieron, pero eso no evitó que dejen la bancada esta vez.
LA ZURDA DE ORO
En el caso de Cecilia Tait, la historia parece cíclica y es de larga data. “He dicho que no me voy a quedar callada y si eso va a motivar que me expulsen, pues que lo hagan”, dijo Tait a su bancada en setiembre del 2003 después de revelar que querían sacar a Guillermo Gonzales Arica de la secretaría general de la Presidencia. Dos años después renunció irrevocablemente a la bancada porque estaba cansada de que no respeten su opinión, y que la maltraten por no votar como todos los demás. Pero en el 2011, Toledo la llamó y volvió a colaborar con él. Como recuerda Carlos Bruce, fue la única candidata por la chakana a la que se le permitió hacer propaganda en televisión. Y fue el partido el que pagó la realización y difusión del spot de 44 segundos junto a Toledo. Ella era una de las personas en las que él más confiaba.
La pelea fuerte de Tait con la bancada empieza un día antes de la elección de los miembros del Tribunal Constitucional. Ese día se tenía que analizar un pedido de facultades que había presentado el Ejecutivo para legislar en temas de salud, la especialidad de Tait. Para que el tema entre a discutirse en el Pleno con urgencia, el nacionalista Jaime Delgado tenía que lograr las firmas de todos los voceros de las bancadas. Cuando le tocó el turno de pedirle la firma a Mariano Portugal, éste había desaparecido del hemiciclo y para evitar el pleito con Tait, Delgado le pidió la firma a León, el vocero alterno. En ese lapso, Tait se molestó porque no estaba de acuerdo con el pedido del Ejecutivo y ahí es cuando denuncia el negociado de las firmas. Y al día siguiente criticó con el mismo tono la repartija de cupos para el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo y el Banco Central de Reserva.
“Hace dos semanas, los cuatro disidentes de PP se acercaron a Solidaridad Nacional y les ofrecieron unirse con la condición de que les cedieran el cupo de la vicepresidencia en la lista de la nueva Mesa Directiva. Los solidarios no aceptaron”.
Al interior de la bancada de PP, se comenta que Tait abandonó la bancada porque ella quería ser la candidata a la vicepresidencia de la Mesa Directiva en lugar de Carmen Omonte. La rivalidad entre las dos únicas mujeres de la bancada ha estado presente en las discusiones internas y algunas públicas. En los últimos meses, Toledo empezó a preferir a Omonte y eso empeoró las relaciones. Tait le enmendó la plana a Omonte en un programa televisivo hace dos semanas cuando discutían sobre sus inasistencias a las reuniones con Toledo.
Pero lo cierto es que Tait nunca pidió formalmente la vicepresidencia, sino que ella postuló a Tito Valle como candidato, pero él declinó de inmediato.
Según Luis Thais, el expresidente Toledo se encuentra sentido por estas renuncias. Eran personas que tenían su confianza. El resquebrajamiento de Perú Posible ha sido catastrófico. Empezaron como la tercera minoría en el Congreso con veintiún escaños y ahora han quedado con apenas diez. No solo van a perder comisiones, sino también peso para negociar con el oficialismo. Ya no hay muchos votos que negociar.
El nuevo vocero José León es crítico sobre esta situación. Para él, el problema se da por errores del partido, primero por expulsar a Carlos Bruce y no permitir las discrepancias al interior de PP. Y lo mismo pasó en la ruptura de la alianza con Acción Popular. En el caso de los últimos disidentes, cree que es un exceso de confianza por no haber detectado a tiempo las intenciones que tenían. Falconí y Portugal se inscribieron en Perú Posible el día que asumieron los cargos de vicepresidente y vocero, y renunciaron cuando les tocó dejarlos. Curiosamente, Thais y Omonte consideran que ahora la bancada se ha fortalecido porque sus integrantes están más cohesionados.
Unión Regional se ha librado del peso de defender a Toledo en un caso que hasta ahora es poco claro. Pero se ha ganado el apodo de bancada tránsfuga. Mientras, Perú Posible sigue batallando contra los errores de un líder que los ha puesto patas arriba.
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