Su libro sobre Sendero Luminoso y Abimael Guzmán, Profetas del odio, provocó el ataque del Movadef. Gonzalo Portocarrero fue víctima de los insultos de la militancia senderista por calificar a su líder como “aprendiz de brujo” y como un charlatán dispuesto a canjear a sus militantes por mejores condiciones carcelarias. Esta es su visión sobre la caída del senderismo.
El golpe del que nunca pudo recuperarse el grupo terrorista Sendero Luminoso fue la captura de su cabecilla Abimael Guzmán. Su detención no solo significó un debilitamiento orgánico sino también un cambio en el discurso: pasaron de ensalzar la violencia a la defensa jurídica para salvar sus propios intereses.